Con
la situación actual de la producción cinematográfica resulta difícil creer que el
estudio “Mezhrabpom-Rus”, en febrero del severo año 1925, incrementara su
capital inicial en 40 veces. Sin embargo, originalmente como cooperativa y
después como compañía, fue denominada merecidamente como el Hollywood ruso.
Anel Sudakevich |
El
1 de agosto de 1924, “Rus” y “Mezhrabpom” firmaron el acuerdo que supondría el
inicio de la prosperidad del estudio. Todas las ganancias y las pérdidas de los
socios de producción debían dividirse a medias. Pronto en el estudio aparecieron
los modernos equipos alemanes. Además, Aleinikov logró convencer de regresar a
Rusia al emigrado a Alemania y corifeo del cine prerrevolucionario Yakov
Protazanov. Entre la joven generación que el productor atrajo al prometedor
estudio estaban Vsevolod Pudovkin, Boris Barnet, Fyodor Otsep y Lev Kuleshov.
Anel Sudakevich |
En
la fábrica nacional de sueños cuidaban con ternura a los actores, para los que
habilitaron una sala especial de descanso: un enorme invernadero con vegetación
tropical y blandos sillones de terciopelo. Las verdaderas estrellas nacionales
se criaron en un mundo de lujo y esnobismo de salón. La lujosa producción del
estudio se convirtió en objetivo del acoso de la prensa soviética, acusándola
de hacer “arte por el arte”, “arte fuera de la política”, y el dramaturgo
Vladimir Kirshon reprochó a “Mezhrabpom” tener un “aspecto de salón para
foxtrot repleto de felpa”. Hoy, estos reproches parecen bastante triviales,
pero entonces…
Anel Sudakevich |
Hoy,
Anel Sudakevich se aproxima a los 90 años. Es hermosa como antes. Todos sus
papeles protagonistas los realizó en películas de legendarios directores, en la
llamada época del grandioso cine mudo. Examinando las fotografías de la actriz
sorprende su insólita belleza, su gracia “sin igual”. En sustitución de la
refinada heroína Sudakevich, llegaron las koljosianas de Pyryev y las obreras
de Alexandrov. Y nosotros nos olvidamos de ellas, las grandes mujeres de
principios de siglo…
Habla Anel Sudakevich:
Anel Sudakevich |
Estudié tres años en la escuela Zavadski. Acabé el último curso
cuando ya actuaban allí la Maretskaya y Mordvinov. Ellos ya eran notables. Tuvo
lugar en la plazoleta Sobachei en Moscú, en Arbat, en un bello edificio gótico,
donde estaba instalado el estudio. A uno de los espectáculos llegaron dos
jóvenes, Boris Barnet y Fyodor Otsep. Teníamos una regla: todos los estudiantes
vendíamos entradas, estábamos en el guardarropa, ofrecíamos asiento a los
invitados. Ese día me correspondió el honor de vender afiches. Fue cuando
conocí a Otsep y Barnet y me dijeron: “Debe usted actuar obligatoriamente”. Y al pie de la letra al cabo de unos días
recibí una invitación para ir al estudio. En esa época me hice amiga de Otsep,
Barnet y Pudovkin.
- ¿Cómo se forjó su debut en el cine?
- De repente di con la familia Aleinikov. Él era accionista de la
compañía “Mezhrabpom”. Raizman se convirtió en director gracias a él, como
también Barnet. Vivían todos en el parque Petrovski, junto a “Yar”. Allí
estaban las dachas de Protazanov, Aleinikov y otros jóvenes genios de aquella época.
Y mi primer trabajo fue con Zhelyabuzhski, que tenía mucha influencia en el
mundo del cine, ya que era hijo adoptivo de Gorki. La película tuvo un éxito enorme.
Actuaban famosos actores: Serafima Birman del Teatro Komsomol de Lenin, y la
actriz Naidenova del Teatro Maly. Me cogieron para el papel de Marfenka.
Anel Sudakevich |
Luego,
durante el rodaje de «Поцелуй Мери Пикфорд» (El beso de Mary Pickford), fueron
invitados Douglas Fairbanks y la propia Mary Pickford, y esta estrella de cine
americana me regalo mi tocado.
-
La película «Победа женщины» (La victoria de la mujer) fue extraordinariamente
popular. Recibí una increíble cantidad de cartas de toda la Unión, declaraciones
de amor. Una de las cartas la envió una expedición geológica. Antes de partir a
las montañas, se llevaron un cartel de «Победа женщины» (La victoria de la
mujer). Hicieron una gran tirada. Y estos geólogos se lo llevaron y lo pusieron
en la cima de un paso poco accesible.
-
Estaba desilusionada de una serie de películas, descontenta. En 1933 tuve un
hijo, Boris Messerer, y después de año y medio dominaba una profesión
completamente nueva para mí: diseñadora de vestuario. Tuve una enorme cantidad
de trabajo tras esos años –en el teatro,
en las variedades, en el ballet-. Todos se sorprenden de que fuera a parar al
circo. Pero el secreto es sencillo: el movimiento por sí mismo, el deporte, los
trucos circenses, me eran cercanos e interesantes, así que llegué al circo con
unos bocetos sueltos y me aceptaron rápidamente en la plantilla. Me gustaba
mucho el deporte. Tenía pasión por el movimiento, por el riesgo. Mi amistad con
Pudovkin estaba construida completamente en ello, jugábamos al tenis y siempre
buscábamos una pista para jugar.
- ¿Cómo se relacionó con su imagen de
la pantalla?
Anel Sudakevich |
Yo
tenía muchas postales de la película. Las vendieron literalmente por todas
partes. Y una vez Mayakovski, en un kiosko (parece ser que fue en Josta) las
compró todas y las distribuyó entre todos los que se encontraba.
- ¿Y por qué dejó el cine? ¿Si estaba usted
en el verdadero despegue de su carrera de actriz de cine?
Anel Sudakevich |
El
28 de octubre de 1996 cumplí 90 años. Mi hijo, el pintor Boris Messerer y su
esposa Bella Ajmadulina me organizaron una gran fiesta, en la que hubo muchos
amigos y conocidos. Con un ramo de rosas se presentó Yuri Nikulin, con el que
trabajé en el circo 25 años.
___________________________________
Cada
época nos es conocida gracias a su apariencia. La Venus de Milo, la Gioconda o
Marilyn Monroe, no son solo rostros, sino distintos idearios vivos en el
tiempo. Y estas señales nos son necesarias, como un termómetro. El científico
francés Guillot dijo una vez: “La imagen es la repetición de una misma idea en
una forma diferente y en un medio diferente”. Si se habla de la imagen de la
mujer, al parecer tiene razón.
¿Cuál
era la “idea de mujer” en este siglo y en este país?
Lyubov Orlova |
Ya
en 1932, en el tomo 25º de la Gran Enciclopedia Soviética, estaba escrita una
osada observación: “…como resultado de la antropogénesis, en el organismo de la
mujer hay una serie de indicios (es decir, el cráneo, el cuero cabelludo, y
otros), que le distinguen de los fósiles de los simios antepasados de las
personas: es más fuerte que el organismo de las hombres…”.
Sobre
este severo fundamento científico-natural, de estado, de ideología y demás
conveniencias, se construyó la relación
con la mujer.
Trabajadoras,
abiertas, sinceras, extraordinariamente “espirituales” y perseverantes, obligatoriamente
ingenuas como si estuvieran esculpidas de una pieza, las rubias chatas,
editorialistas del trabajo, koljosianas plenas de fuerza vital: fueron quienes
se convirtieron en el héroe del nuevo mito.
La
irrupción voluntaria de la dirección del partido interrumpió severamente otra
tradición, se estableció de manera orgánica en las primeras películas rusas, en
las primeras tarjetas fotográficas, en fotografías artísticas, en teatros y
salones de poesía y, por fin, entre la paredes del estudio “Mezhrabpom”. Anel
Sudakevich recordaba cómo Vsevolod Pudovkin y Fyodor Otsep se reían de Pyryev,
poniéndose en la cabeza un pañuelo de la nariz “de koljosiana”. Pronto se convirtieron en motivo de chanza.
Marina Ladynina |
La
nueva tradición, ligada mientras tanto con la nueva era del cine –sonoro-, se
afirmó poderosamente incluso en la elección de las actrices para los papeles
principales: Lyubov Orlova, Marina
Ladynina, Vera Maretskaya, Valentina Serova, Tamara Makarova, dieron inicio a
un enfoque femenino completamente diferente de el del principio de la
cinematografía. Ellas dictaban la moda no sólo en los peinados o la
indumentaria. Desconocían que cambiarían el rostro de la mujer para las décadas
siguientes.
Por
supuesto, los rostros tiernos y espiritualizados y los ojos brillantes de par
en par de las heroínas Orlova y Ladynina no se parecen en absoluto a las
esculturas de masas monumentales de la época, que reproducían a la “mujer
oportuna”, con grandes pechos, piernas robustas y un bebé sano sobre sus inmensas
rodillas. La relación, aunque no fuera directa, existía.
Vera Maretskaya |
Las
nuevas actrices hacían lo que les ordenaban los directores. Los directores
hacían lo que les ordenaba la época. El rostro de la mujer se modeló al
encuentro de un encargo histórico, y si su cuerpo era declarado símbolo de
florecimiento, felicidad y dicha total, ese rostro prometía una voluntad constante
a algo más elevado y unificador que la vida privada y el amor individual. La
conveniencia de este espíritu de sacrificio, de este pasivo inicio de las
nuevas heroínas, reclamaba plenamente una época de grandes experimentos. La
imagen de la mujer rusa, ingenua y sencilla, lista para entregar todo y no
tomar nada (ciertas antípodas solo subrayaron este modelo común), se estableció
definitivamente en el cine soviético de los años 60. Del severo cine bélico
estalinista y de la época postbélica llegó este dominante principio femenino: “una
mujer sencilla”, cuyo secreto es la preparación para soportar todo y darlo todo.
Anel Sudakevich y Anna Sten |
Sin
embargo hoy, a finales de siglo, en sus últimos años, escrutamos otros rostros,
otras fotografías, otra imagen de mujer plástica. Anel Sudakevich no se parecía
a las heroínas soviéticas del cine sonoro. Como Vera Jolodnaya o Veronica
Jojlova. Como muchas y muchas otras actrices del cine mudo, cuyo florecimiento
fue cortado de súbito en los primeros años del poder soviético. Eran mujeres
que llevaban en sus huellas en el cine el secreto victorioso del amor, el frío
distanciamiento del mundo terrenal y la expresión clara de la sensibilidad. Fue
un presagio del moderno erotismo, pero liberado de la porquería publicitaria
y de la comprobación de los
superbeneficios. Se puede decir, incluso, que eran heroínas sexy que prometían
al mundo otra feminidad, otro enigma, otra imagen, a la que se formó entre los años 30-60. Mucho más interesante, tierna e inspirada.
Sin
embargo, apenas comenzado el “Hollywood ruso”, se disolvió en el soviético “Mosfilm”
(parcialmente se fue a los EE.UU.). “La mujer del siglo” quedó plasmada en las
imágenes de Dietrich, Garbo, Monroe, y ya no tenía ninguna relación con Rusia.
De
otra forma, probablemente, no podía ser.
Oleg
Shishkin
Filmografía de Anel Sudakevich
1925 - Жена
предревкома (La esposa del presidente del comité revolucionario) – Dir.:
Alexander Ivanov-Gai, Valeri Pushkov
1926 - Мисс Менд (Miss Mend) – Dir.: Fyodor Otsep, Boris Barnet
1927 - Кто ты такой? (¿Tú
quién eres? – Dir.: Yuri Zhelyabuzhski
1927 - Победа
женщины (La victoria de la mujer) – Dir.: Yuri Zhelyabuzhski
1927 - Поцелуй
Мэри Пикфорд (El beso de Mary Pickford) – Dir.: Sergei Komarov
1928 - Дом на
Трубной (La casa en la Trubnaya) – Dir.:
Boris Barnet
1928 - Потомок
Чингисхана (Tempestad sobre Asia/El descendiente de Gengis Khan) – Dir.:
Vsevolod Pudovkin
1929 - Торговцы
славой (Mercaderes de gloria) – Dir.: Leonid Obolenski
1929 - Два-Бульди-два (Dos
Buldi, dos) – Dir.: Nina Agadzhanova-Shutko, Lev Kuleshov
1933 - Изменник
родины (El vendepatrias) – Dir.: Ivan Mutanov
1944 - Иван
Грозный (Ivan el Terrible) – Dir.:
Sergei Eisenstein
1974 - Хождение по мукам (Via crucis) – Dir.: Vasili Ordynski
1975 - Агония
(Agonía/Rasputín) – Dir.: Elem Klimov
1979 - Маленькие трагедии (Una pequeña tragedia) – Dir.: Mijail Shveitser
1979 - Маленькие трагедии (Una pequeña tragedia) – Dir.: Mijail Shveitser
Un gran artículo, gracias Jose RB. Es una gozada descubrir estos episodios olvidados de la historia. Por cierto, se menciona el "Yar" como improvisado plató cinematográfico. Debo entender que se trata del restaurante "Yar" de Moscú, que actualmente aún existe como restaurante dentro del hotel Soviétskaya, en la Leningradskiy prospekt (un hotel de 4 estrellas). Si existen los fantasmas, pasar una noche en este hotel debe ser la leche...
ResponderEliminarUn saludo.
PD: No puedo evitar preguntártelo: ¿Qué pasa en tu comunidad autónoma? ¿Será el origen de una nueva revolución "a la rusa"? Corrupción hasta la médula, circuito urbano de F1 en ruinas, Canal Nou cerrado, Gürtel, etc... Alucino.
Hola, mestre,
ResponderEliminarMe pareció un artículo interesante de traducir. Con independencia de algunos comentarios del autor, me atrajo la atención sobre la industria del cine soviético de esa época. En cuanto al restaurante, seguro que se refiere al restaurante que indicas, que al parecer tuvo otros cometidos posteriormente (cine, gimnasio, hospital militar, etc...)
En cuanto a lo que pasa en el País Valenciano, no es nada que no se viera venir y algo que, por otra parte, es lo que han querido la gran mayoría de los ciudadanos de esta comunidad y que, por lo tanto, tienen merecido. Y no me incluyo entre ellos porque, evidentemente, no he contribuido nunca con mi voto a la permanencia perenne (20 años) en el poder de la pléyade de corruptos que nos gobierna.
Lo de Canal 9 es solo la gota que colma el vaso. Otra empresa pública que esquilman, que llevan a la ruina, cuya deuda asume la Generalitat y, por lo tanto, los ciudadanos y que pasará a manos privadas a un precio módico. Es una forma de asegurarse que en un próximo cambio de gobierno, que imagino llegará algún día, el nuevo gobierno no disponga de un medio informativo para manipular como han hecho ellos.
No celebro el cierre de la TV autonómica, y menos así, pero no siento pena por los profesionales. Su actuación profesional ha sido vergonzosa. Después de 7 años sin prestar atención al accidente del metro, el día del cierre llevan ante las cámaras a la representante de la asociación de víctimas. ¿Pretendían expiar su culpa? Yo, en su caso, los hubiera mandado a la mierda. Ese caso ha sido el más llamativo de manipulación informativa, pero solo uno más. Y escudarse en que se limitaban a cumplir órdenes, es una excusa más. Cuando alguien honesto desempeña su trabajo, puede ceder una vez ante algo que no es correcto, pero si esa es la tónica entonces es tan responsable como el que lo impone. En cualquier caso no esperes ninguna "revolución", y menos de los valencianos que, como es sabido, somos unos "meninfots". Es más, tengo mis dudas sobre el añorado cambio de gobierno en la Generalitat.
Saludos
Vaya panorama. El meninfotisme valenciano es digno de estudio, sobre todo si lo que os están tocando últimamente es el bolsillo y la dignidad. Mejor que sigamos hablando de cine porque si no acabaremos deprimidos...
ResponderEliminarUn saludo y ánimo.