martes, 9 de febrero de 2016

EL REALISMO SOCIALISTA DEL CINE SOVIÉTICO


Autoras del artículo: Natalya I. Lubashova y Asya S. Lujtan


El ritmo rápido de las transformaciones culturales socialistas en la Rusia soviética, permitió a las primeras películas de este periodo,  ideológica, artística y estéticamente reorientar al espectador, convirtiéndolo en espectador de cine soviético. En la medida en que se creaba una nueva cultura, se formaba un espectador soviético, se construía un estado ruso diferente.

El ascendiente social de la cinematografía soviética adquirió un aspecto amplio de significación social, que por fuerza de su carácter unificó a la comuna, ayudó sustancialmente a la organización de las actividades colectivas de las personas, reguló con normas inequívocas su conciencia personal.

Dziga Vertov
Las investigaciones innovadoras de las primeras películas soviéticas de Sergei Eisenstein, Dziga Vertov, Vsevolod Pudovkin y otros, la exploración del lenguaje cinematográfico, la interacción de lo arcaico y lo experimental, del realismo y la heroica historia de amor, la creación y la muestra en la pantalla de las proezas revolucionarias y laborales del hombre soviético, afianzaron las bases de la formación de un nuevo fenómeno en la cultura de Rusia. Y con tan importante y efectivo fenómeno se establecerá la cultura cinematográfica en la cotidianeidad del espacio soviético. El cine aparece como “la más importante de las artes” (V. I. Lenin), con sus recursos estético-artísticos, visuales, ideológicos y de información, no solo describía la existencia social de la URSS, sino que con los principios comunes estatales y de partido se estructuraba la concepción del mundo y la cultura del hombre soviético.

El acorazado Potemkin (1925)

Desde nuestro punto de vista, es aconsejable detenerse en la aparición del sonido y el color en el cine, ya que también prestaron influencia efectiva en el desarrollo de la cultura cinematográfica soviética. Particularmente, el hecho ampliamente conocido en la ciencia cinematográfica nacional, cuando Sergei M. Eisenstein en su película “Броненосец Потемкин” (El acorazado Potemkin) pintó manualmente de rojo la bandera en la escena donde los marinos sublevados la izan sobre el buque.

Las primeras películas soviéticas sonoras y musicales, Путевка в жизнь (Camino a la vida, 1931) del director Nikolai Ekk, con música de Yakov Stoplyar, Веселые ребята (Los alegres muchachos, 1934) del director Grigori Aleksandrov, con música de Isaak Dunaevski, Дети капитана Гранта (Los hijos del capitán Grant, 1936) del director Vladimir Vainshtok, con música de Isaak Dunaevski, y Волга-Волга (Volga-Volga, 1938) del director Grigori Aleksandrov, con música de Isaak Dunaevski, pese a una no muy amplia expresividad sonora, caracterizaban todas a héroes y antihéroes que subrayaban la singularidad de los procesos sociales en el joven país soviético, creaban imágenes sonoras y mostraban el modo de sentir el mundo de los autores de la película, e intentaban despertar en el espectador la percepción de la realidad soviética y su feliz futuro.

Camino a la vida (1931)    -    Los alegres muchachos (1934)    -    Los hijos del capitán Grant (1936)
La demanda social de la sociedad soviética hacia la cinematografía era tan grande, que los valores culturales cinematográficos causaron un aumento en la necesidad social de “ir al cine” cinco o más veces, mirando atentamente a los héroes, llevando con ellos a el ejemplo del partido y el Komsomol, construir su presente y su futuro, empleando la valiosa experiencia de la pantalla. En este contexto, lograron un éxito formidable las películas soviéticas Чапаев (Chapaev, 1934) dirigida por los hermanos Vasiliev, Александр Невский (Alexander Nevski, 1938), del director Sergei M. Eisenstein, Депутат Балтики (El diputado del Báltico, 1934), de los director Iosif Jeifits  y Alexander Zarji, Мы из Кронштадта (Somos de Kronstadt, 1936) del director Efim Dzigan, Семеро смелых (Siete valientes, 1936) del director Sergei Gerasimov o Тринадцать (El Trece, 1936), del director Mijail Romm.

Chapaev (1934)    -    Alexander Nevski (1938)

Maksim Gorki
La base ideológica del realismo socialista, fundada por Anatoli V. Lunacharski ya desde 1906 (con los términos de “realismo proletario” y “nuevo realismo social”), y respaldada en 1932 por el Comité Central del PCUS, fue oficialmente afirmada por Maksim Gorki en el 1º Congreso de escritores soviéticos de la URSS. Originariamente, el método artístico del realismo socialista se aplicó principalmente en la literatura soviética, cuyos representantes más insignes fueron Maksim Gorki, Nikolai Ostrovski, Alexander Serafimovich, Konstantin Simonov, Mijail Sholojov, Dmitri Furmanov, Marietta Shaginyan y otros. En palabras de Maksim Gorki “el realismo socialista afirma la existencia como acto, como creación, cuyo objetivo es el desarrollo continuo de las valiosas capacidades individuales del hombre, en aras de su victoria sobre las fuerzas de la naturaleza, en aras de su salud y longevidad, en aras de la gran felicidad de vivir en la tierra que, él, de acuerdo con el crecimiento incesante de sus necesidades, quiere trabajar como hermosa morada de la humanidad, unificada en una familia”.


Volga-Volga (1938)

Más tarde, en 1947, la Gran Enciclopedia Soviética determinó la siguiente definición oficial: “El realismo socialista se manifiesta profundamente como el método artístico más vital, científico y de vanguardia, como resultado de los éxitos de la construcción del socialismo y la educación del pueblo soviético en el espíritu del comunismo. Los principios del realismo socialista… se manifiestan como el desarrollo posterior de la teoría leninista sobre la literatura de partido”. Precisamente desde ese momento, el realismo socialista penetra en otras esferas de la cultura, del arte y de la vida artística de la URSS, y se convierte en un atributo indispensable del proceso de modelado soviético del comportamiento y la práctica cultural.

Los principios estéticos del método artístico del realismo socialista como innovadores, empleados en el arte, la literatura y la cultura de nuestro país pueden ser representados del siguiente modo:

Formulación común: socialista en la forma y nacional en el contenido.

Aspectos particulares:

-         - Nacionalidad
-         - Verdad vital
-         - Espíritu de partido
-         - Concreción
-         - Realismo crítico
-         - Humanismo socialista.

Cabe señalar, que los simulacros cinematográficos soviéticos de los años 20 y 30 del siglo XX, presentaban a la audiencia la idea de la naturalidad y autenticidad de las reformas políticas, sociales y culturales. El realismo socialista en la cinematografía soviética, poseedor de consecuencias tanto positivas como negativas, es un conjunto de códigos culturales, que forma el espacio de la URSS mediante conceptos culturales de apoyo, particularmente:

El diputado del Báltico (1934)    -    Somos de Kronstadt (1936)
Путевка в жизнь (Camino a la vida), es un drama social, lleno de ideas punzantes, revelando la verdad de la vida del multinacional e infinitamente bondadoso pueblo soviético.

Веселые ребята (Los alegres muchachos), y otras películas de Grigori Alexandrov, divertidas y de espectáculo son, no obstante, cine ideológicamente consecuente, en las que se pone de manifiesto a los capitalistas y opresores del pueblo trabajador, y que proclaman la idea del internacionalismo, de un país que celebra “el hombre que respira en libertad”.

Чапаев (Chapaev) muestra un nuevo y polifacético tipo de héroe positivo que, en su lucha contra el enemigo, no duda en entregar su vida por el brillante provenir de su pueblo.

Александр Невский (Alexander Nevski), trágica, al mismo tiempo que triunfalmente, muestra la marcha humana del ejército ruso sobre el enemigo.

Депутат Балтики (El diputado del Báltico), o la transformación revolucionaria de la vida pública y personal.

Мы из Кронштадта (Somos de Kronstadt) muestra la tragedia de la Guerra Civil, el duelo a muerte de sus participantes, la batalla por la libertad y la felicidad del pueblo trabajador.

Семеро смелых (Siete valientes) es la encarnación artística de la realidad soviética en la pantalla.


La cinematografía nacional prebélica de años 40, del periodo de la Gran Guerra Patria y tras ella, representado por películas como Большая жизнь (Una gran vida, 1940), Свинарка и пастух (La porquera y el pastor, 1941), Машенька (Mashenka, 1942), Два бойца (Dos soldados, 1943), В шесть часов вечера после войны (A las seis de la tarde después de la guerra, 1944), Небесный тихоход (La tortuga de los cielos, 1945), Первая перчатка (El primer guante, 1946), Весна (Primavera, 1947), Золушка (La Cenicienta, 1947), Молодая гвардия (La joven guardia, 1948), Первоклассница (La alumna de primer grado, 1948), Кубанские казаки (Los cosacos de Kuban, 1949), y otras, introdujo en la conciencia de las masas el destino histórico de la URSS, estimuló las normas sociales, los ideales y los valores soviéticos, introduciéndolos en un giro masivo de la cultura soviética, incluyendo la cultura cinematográfica.

Los cosacos de Kuban (1949)    -    La joven guardia (1948)
El periodo de “pocas películas” de los años 50 del siglo XX, llenando un modesto espacio de la cinematografía soviética, cumplió a grandes rasgos las funciones positivas del partido, en la medida en que la necesidad del proceso cultural se redujo a ensalzar el papel de Iosif Stalin. El pensamiento discursivo, la ampliación de las fronteras de la propuesta creativa y metafórica de los artistas, cineastas y literatos que no correspondía al curso del partido comunista y el gobierno en ese periodo, se redujeron.

La caída de Berlín (1949)
Las películas Падение Берлина (La caída de Berlín, 1949), líder de la taquilla soviética en 1950, Секретная миссия (Misión secreta, 1950), o Заговор обреченных (El complot de los condenados, 1950), mostraban el carácter heroico del hombre soviético en condiciones complejas. El cine, en el sentido intrínseco de la palabra, fue un maestro, un conductor socialista en la vida del hombre soviético, que sueña con un camino luminoso.

La joven generación cinematográfica de los años 60 del siglo XX, también sabía soñar, pero deseaba plasmar sus sueños en la realidad. Anhelaba ver buenas películas, le interesaba hablar sobre ellas. La época del deshielo de Jruschov creó una nueva noción, “las personas de los años 60”, “la cultura cinematográfica de los 60”.


De ese modo, las imágenes cinematográficas, las impresiones que quedan en las mentes y los espíritus, crearon en el comportamiento del pueblo soviético diferentes preferencias culturales, y garantizaron la adaptación de los héroes cinematográficos sociales y de la gente real al mundo cambiante de la época soviética.

2 comentarios:

  1. Excelente artículo. Un buen resumen de la historia del cine en la URSS...

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  2. Brillante artículo, exacto, justo y preciso de la historia
    del Cine Sovietico y sus grandes creaciones cinematográficas.
    Muchas gracias por compartirlo.

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